Nos enfocamos en diseñar y gestionar la infraestructura y aplicaciones para adaptarse a un crecimiento de la demanda y garantizar que los servicios estén disponibles en todo momento. Algunos aspectos clave de esta práctica incluyen:

Arquitectura Distribuida
Implementamos una arquitectura distribuida que permite que los servicios se desplieguen en múltiples instancias y servidores. Esto asegura una mejor distribución de la carga y la tolerancia a fallos.

Balanceo de Carga
Utilizamos soluciones de balanceo de carga, como NGINX, HAProxy o servicios de balanceo de carga en la nube, para distribuir las solicitudes entre varias instancias de los servicios. Esto mejora la capacidad de respuesta y evita la sobrecarga en un único servidor.

Autoescalado (Auto Scaling)
Configuramos el autoescalado en la infraestructura y en entornos de nube, como AWS Auto Scaling o Azure Auto Scaling. Esto permite que los recursos se ajusten automáticamente según la carga de trabajo, aumentando o disminuyendo el número de instancias en función de la demanda.

Base de Datos Escalable
Utilizamos bases de datos escalables, como Amazon RDS o Azure SQL Database, que se adaptan automáticamente a un mayor número de usuarios y solicitudes.

Cacheo y CDN
Implementamos técnicas de cacheo, como Redis o Memcached, para almacenar datos frecuentemente accedidos y mejorar el rendimiento. También utilizamos servicios de CDN (Content Delivery Network) para servir contenido estático desde servidores cercanos a los usuarios, mejorando la velocidad de entrega.

Monitorización Proactiva
Configuramos sistemas de monitorización proactiva para supervisar el rendimiento y la carga de la infraestructura y los servicios. Esto nos permite identificar cuellos de botella y anticipar posibles problemas.

Diseño de Resiliencia
Diseñamos sistemas con redundancia y tolerancia a fallos para garantizar que una falla en un componente no afecte negativamente al sistema en su totalidad.

Despliegue Continuo
Implementamos prácticas de despliegue continuo y actualizaciones sin tiempo de inactividad (zero-downtime deployment) para asegurar la disponibilidad continua de los servicios durante las actualizaciones.

Centros de Datos Geográficamente Distribuidos
Utilizamos centros de datos geográficamente distribuidos o servicios en la nube con disponibilidad en varias regiones para evitar interrupciones causadas por problemas locales.
La escalabilidad y alta disponibilidad garantizan que los servicios estén disponibles para los usuarios, incluso en situaciones de alta demanda o fallos. Al adoptar prácticas y tecnologías que aseguran la elasticidad y la resiliencia, podemos ofrecer una experiencia confiable y consistente a nuestros usuarios en todo momento.